El informe que ni Mel, Micheletti y Lobo quisieron publicar

jueves, 9 de diciembre de 2010

Un informe que hace serios cuestionamientos al Poder Judicial, así como las falencias en el sector Salud y Educación, fue realizado en el año 2008, por el gobierno de Honduras y el Banco Mundial –BM-. Pese a que el documento final hace un análisis en esos sectores claves para el desarrollo el país, fue “engavetado” hasta la fecha actual. Conferencia de Prensa


En  el año 2008, el gobierno de Honduras junto al BM, realizó un informe intitulado, “Evaluación Institucional y de Gobernabilidad: Responsabilidad por Desempeño en Honduras”.

En él participaron 10 expertos internacionales y 21 nacionales, también representantes de 13 secretaría de Estado como la de Cultura, Arte y Deportes, Gabinete Social, Subsecretaría de la Presidencia, Subsecretaría de Finanzas, La Comisión de la ERP, Ministros de Salud, Educación, “Interior” y Justicia, asimismo, representantes de la GTZ, USAID, DFID, AECI, IDB y UNDP.

La informe completo se terminó en el mes de marzo del año 2009 pero en una versión en inglés; consta de más de 300 páginas. Sin embargo, tanto Manuel Zelaya Rosales, en su administración, como Roberto Micheletti, durante el gobierno de facto, tuvieron conocimiento de la misma. Actualmente, Porfirio Lobo Sosa también está al tanto de los resultados, sin embargo ninguno quiso publicarlos.
Poder Judicial: entre la injerencia política, el bajo rendimiento y el  aumento desmedido de jueces y magistrados

En relación con el apartado “El Poder Judicial en Honduras” el informe establece que Honduras ha logrado reformas sustanciales en el sector justicia, sin embargo la interferencia política ha obstaculizado la buena implementación de las reformas y como resultado existen serios problemas en la aplicación de justicia en el país.
Se destaca que el número total de magistrados y jueces se ha duplicado en los últimos 25 años, por encima del promedio regional que mide la proporción juez-población.

En relación con recursos financieros, se critica que el Poder Judicial recibe un presupuesto por arriba del promedio regional e internacional, mismo que ha permitido aumentar el número de jueces y la prestación de servicios en más regiones del país y aumento en la compensación de sus funcionarios. Esto, se afirma, ha traído mejoras en las instalaciones físicas y un aumento en el uso de tecnología moderna.

Bajo rendimiento de jueces y magistrados 
El documento enfatiza que el promedio de resolución de casos en Honduras es de 55%, mientras que para la mayoría de los países del mundo, la tasa de resolución es de un promedio de 90% y una tasa más alta en ciertos casos.

Se destaca que en el año 2006, sólo el 10 por ciento de las denuncias registradas por el Ministerio Público se resolvieron finalmente a través de un juicio o algún método alternativo. Las reformas realizadas en el sector no han reducido la injerencia política en las operaciones de los organismos del sector justicia, incluyendo el mecanismo de selección.

Por otro lado, se cita un manejo ineficiente de recursos, falta de sistemas adecuados de monitoreo y el no uso de recursos ya existentes, falta de planificación institucional y estructuras y procesos producen una duplicación de esfuerzos y conflictos intra e inter institucionales.

Sobresale que el nuevo sistema de selección de la Corte Suprema se politizó y que los nuevos jueces son claramente identificados con un partido u otro. Mientras que las/los abogados no se auto-supervisan, no hay un sistema interno de disciplina para la barra ni planes para su creación.
El sector policial

En relación con el sector policial, el informe enfatiza la proporción baja de policía-población (148 por 100,000 habitantes), lo que representa la mitad del promedio regional.

Se hace énfasis en el bajísimo número de investigaciones completadas (6.1 por policía investigativo).

Situación carcelaria deplorable

Mientras que en el sector carcelario, el informe establece que la situación en las prisiones sigue deplorable.

Altos niveles de hacinamiento, un empeoramiento del clima de violencia dentro de los centros y solo algunas mejoras en el porcentaje de reos sin condena (bajando de 88 por ciento en 1997 a aproximadamente 50 por ciento ahora).

Baja calidad en la Educación
El presupuesto para educación en Honduras se ha aumentado a tal grado que actualmente representa el 50% de los fondos de la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP).

A pesar de que la cobertura a todos niveles haya superado lo de otros países de la región, la calidad de la educación Hondureña es muy baja (comprobado con los resultados de exámenes estandarizados que son los más bajos de todo Latinoamérica).

El informe atribuye el problema a la falta de responsabilidad de todos los actores y los problemas de acción colectiva. Se destaca que la matrícula de las escuelas secundarias es 15.2% más alta en Honduras, en relación con otros países, lo que refleja el logro de ampliación de cobertura. Por otro lado se citan los sueldos de los profesores, los que aumentaron en un 18% entre el 2002 y 2006.

En las evaluaciones internacionales, los estudiantes hondureños tienen los resultados más bajos de casi toda América Latina. Como ejemplo se menciona el caso de las asignaturas de español y matemáticas, las que en el tercero y sexto grado, el promedio es de menor al 50% de la media de calidad, desde 1997.

En cuanto el número de estudiantes logrando completar el último grado de la escuela primaria, Honduras queda debajo de la media, con un 13.6% menos que los demás países de la región.
17% de la población no tiene acceso a servicios de salud
El rendimiento del sector de salud ha sido mejor que los otros analizados, debido a reformas realizadas y sindicatos que actualmente son más funcionales, dice el informe. Sin embargo, el gasto se ha orientado más hacia la atención curativa, con los hospitales representando el 38% del total de los gastos del Ministerio de Salud (MINSA).

Honduras ha mejorado en la mayoría de sus indicadores de salud, nutrición y población a nivel nacional, pero a pesar de los avances, siempre existen desafíos grandes en este sector ya que cerca del 1.2 millones de personas (17% de la población hondureña) no tiene acceso a ningún tipo de servicio de salud (MINSA, 2005). El 30% de los centros ambulatorios permanecen cerrados debido a la falta de personal.

Honduras tiene el menor gasto en salud per cápita (PPPUS 226 dólares) en términos de poder adquisitivo en Centro América. El desarrollo de recursos humanos y capacitación en salud pública recibió unos de los resultados más bajos en la evaluación nacional de las funciones esenciales de salud pública (OPS / OMS, 2006).

Se critican los frecuentes cambios de ministros y alta rotación de personal; no existen políticas y estrategias bien definidas y  presupuestados; ni incentivos y sanciones para el personal de salud.

La transparencia en el proceso de adquisición de medicamentos ha sido cuestionada frecuentemente. Aunque existan reglas definidas sobre el proceso de adquisición de medicamentos, esta función ha sido objeto de frecuentes denuncias de corrupción en Honduras.

El Ministerio de Salud no divulga sistemáticamente los resultados completos de los procesos de licitación para la adquisición de medicamentos, ni someten estos resultados a auditoría. En cambio, el IHSS publica los resultados de sus procesos de licitación y también audita el proceso.
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