Como muchos, esperaba hoy leer esa entrevista. Al Padre Mora tuve el honor de conocerlo hace algunos años cuando él era Gerente General de Canal 48.
Para mi sorpresa hoy me entero que la entrevista ha sido censurada, se han omitido preguntas y respuestas incómodas para los defensores y jerarquía de la Iglesia Católica de Honduras.
¿Quiénes utilizan sus influencias para callar la crítica incómoda aunque esta sea muy real?
Aquí la entrevista COMPLETA y SIN CENSURA.
El padre José de Jesús Mora nació en Granada, Nicaragua, pero nada delata su origen nicaragüense.- Llegó a Honduras en 1984 cuando tenía 15 años, sus padres decidieron enviarlo a él y a sus dos hermanos a Honduras para evadir el servicio militar obligatorio en el ejército sandinista.- En Tegucigalpa terminó la secundaria en el instituto Vicente Mejía Colindres, pero la  había comenzado en el colegio Salesiano en Granada, donde a los 7 años sintió la vocación por el sacerdocio.- Ingresó en el Seminario Mayor Diocesano y en 1994 fue ordenado sacerdote por el entonces Monseñor Oscar Andrés Rodríguez.-  Rápidamente el padre Mora se convirtió en hombre de confianza del Arzobispo Oscar Andrés Rodríguez, quien  lo nombró Vicario de los medios de comunicación de la Iglesia Católica y vocero de la Arquidiócesis.- Mora, incluso vivía en la misma residencia que el Cardenal Rodríguez,   pero  no era el único de confianza en su círculo y en Diciembre del 2006 renunció de su puesto y del ejercicio ministerial en medio de discrepancias con el Obispo Auxiliar Juan José Pineda.
La iglesia Católica acalló los rumores acerca de los motivos de la salida del padre Mora y él y el obispo Juan José Pineda se presentaron juntos  en un programa de televisión,  en el que dijeron que no habían pleitos ni resentimientos.-El tema dejó de ser noticia y  Mora desapareció de  la escena pública.- Se trasladó a vivir a San Pedro Sula para vivir como un laico con todo lo que eso implica: Tiene una casa propia, una familia propia, esposa, un hijo y otro en camino y un trabajo en la Universidad Tecnológica de Honduras UTH.- Cuatro años después,  el Padre Mora nos cuenta sobre su nueva vida y echa una mirada crítica a su paso por la Iglesia Católica.
¿Quién  es Jesús Mora fuera de la iglesia?
Una persona plenamente satisfecha.- En mi actual trabajo con la  UTH gozo de mucha estima y valoración por parte del presidente de la universidad, Roger Valladares,  los colegas académicos y los estudiantes…
¿No extraña el ministerio sacerdotal?
El contacto con la gente sí,  eso lo extraño muchísimo, las comunidades donde estuve, Ojojona, Teupasenti, la parroquia  San Martin de Porres, la Catedral, Yaguacire, la Divanna, muchas comunidades que acompañé….
¿Es feliz fuera de la iglesia?
Sigo siendo miembro de la Iglesia Católica, como bautizado, y aunque no ejerzo el ministerio sacerdotal, el sacerdocio se recibe para toda la vida. Definitivamente fui feliz en el sacerdocio y ahora lo soy en la vida familiar,¡ me dan ganas de gritarlo! y qué bueno que me da la oportunidad ahora.- Salí del ejercicio ministerial por voluntad propia y elegí compartir mi vida con una mujer extraordinaria, con grandes valores humanos y excelente profesional, ella es médico con  una especialización, tiene una personalidad dominante y atractiva, buen sentido del humor, es muy inteligente.- Siempre digo que antes de enamorarse lo que existe es admiración hacia esa persona. Es una gran esposa y madre.- Así como me enamoré de la vida ministerial así me enamoré de una persona a la cual admiro y amo,  tomé la decisión muy consciente…
¿Tenía esa decisión  antes de abandonar la iglesia o la relación surgió después?
Fue simultáneo, no es una situación que uno busca de manera deliberada, pero le voy a decir esto: en este tiempo que llevo de conocerle podría decirle que pienso que ¡más rápido me hubiera salido¡ ja ja ja …
¿Se pregunta por qué no lo hizo antes?
No, no lamento el ejercicio ministerial, todo lo contrario, ha sido una bendición y una gracia inmerecida que ha marcado toda mi vida.- No creo que Dios se equivocó al llamarme al ejercicio ministerial y  puedo decir que no me he equivocado tampoco al momento de elegir esta vida, es ahí donde yo siento que no existe incompatibilidad entre el ejercicio ministerial y la vida familiar….
¿Tienen  hijos?
Si,  un niño de un año y nueve meses, se llama José Alejandro.- La segunda está en camino, se llamará Valentina…
¿Qué ha significado eso para usted?
Es indescriptible,  cualquier palabra se queda corta, al experimentar  la paternidad y la vida familiar a uno se le duplica, se le triplica,  se le multiplica la capacidad de amar, se vuelve más humano, más sensible, siempre y cuando se tenga también vocación para ello o se desarrolle…
¿De qué forma ha cambiado su vida, en términos de rutina?
Aunque tiene año nueve meses ya no duermo igual  ja  ja ja   uno está pendiente  de cualquier cosa que necesite, no es lo mismo estar solo que vivir pendiente de otros, de la esposa, de un niño y, ahora de dos… Ja ja  ja  -Algunos dirán que salí con muchos deseos de hacer vivo el mandato del libro del Génesis: “Creced  y multiplicaos,  llenad la tierra”  pero  ha sido una bendición de Dios y una decisión de común acuerdo y estamos ¡tan contentos! ambos…
¿Cómo es compartir la casa, dormir acompañado después de tantos años?
Ja  ja  ja , Antes me podía bajar de la cama por cualquiera  de los dos lados,  ahora solo puedo bajarme por uno.- Realmente  es una sensación extraña  al inicio,  pero es ahí cuando uno se convence de que a  la naturaleza humana Dios le dota con capacidad de amar y a la vez inserta para la complementariedad  la necesidad  de ser amado.- Antes yo amaba los fines de semana por el trabajo pastoral, el contacto con la gente, ahora los amo y los deseo por el tiempo de compartir en familia…
¿Piensa que un hombre casado puede ser un  buen sacerdote?
¡Claro!  está demostrado por la iglesia Católica Ortodoxa o la  iglesia Oriental  donde el candidato a sacerdote elige si quiere casarse o quiere ser célibe.-  No puedo afirmar que la Iglesia Católica se equivoca con el celibato,  creo que el celibato es una gran riqueza y está orientado a mayor consagración a  Dios destinando el ministro religioso más tiempo a los fieles , aunque aún entre los célibes dentro de la Iglesia Católica, esta entrega no está del todo garantizada. -Un sacerdote que vive su vida de celibato y orienta su fuerza a la entrega  es muy útil  al servicio del evangelio,  pero   un sacerdote que ha aceptado  el celibato y luego  tiene que vivir dividido y “jugando al escondite”, no tiene la misma entrega,  no es una situación ideal en la vida del sacerdote. Lo que sucede es que la Iglesia Ortodoxa habla claramente de las ventajas prácticas del celibato, mientras la Iglesia Católica insiste en que esta norma disciplinaria es voluntad expresa de Cristo y trata de sublimarlo, contenerlo con espiritualidad angelical…
 Pero usted hizo un compromiso…
Sí, uno asume el compromiso, por escrito,  con una carta y solicita la ordenación, yo lo hice, la firmé con puño y letra, me comprometí  a vivir en perpetuidad el ministerio,  en eso si siento yo que he faltado y reconozco  que estaba de por medio un compromiso  y no me voy a justificar ahora echando culpa a otros…
Eso evidencia que  bajo  la sotana no hay más que seres humanos…
Ese es el punto principal, que muchos no quieren reconocer. Uno no puede negar  su naturaleza humana, el celibato se pide como un don  de Dios y no se reduce solo al aspecto sexual. Algunos  dirán: “ya le pegó la calentura igual  que al padre Alberto”.- No  se trata de eso,  es la dimensión  afectiva,  el amor es más grande que incluso el aspecto pasional, va ir pasando el tiempo y lo que llena a la personas es la convivencia, la compañía,  saber que hay alguien a quien le importas y ahora la existencia de los hijos que, desde cualquier ángulo que se mire, es de las mayores bendiciones…
Es una  necesidad humana…
Hay  cerca de 100 mil sacerdotes  que hemos abandonado el ministerio desde hace unos 40 años aproximadamente a la fecha, y es una fuerza evangelizadora sub utilizada por la Iglesia, porque eso representa un 20% de los que existen.-  La Quinta Conferencia del Episcopado en Aparecida,  recomienda a los obispos buscar a estos sacerdotes que  han dejado el ministerio, porque  es importante el aporte que podemos dar dentro de la Iglesia, pero claramente se nota que los obispos no tienen interés en eso.- No es que ellos tienen que venir a buscarnos,  pero uno se siente en muchas ocasiones como si fuese un desterrado de la Iglesia, no es un rechazo abierto pero si hay muestra de indiferencia hacia quien ha servido y ha dado mucho. Ese rechazo solapado de parte de la Jerarquía puede ser síntoma de una gran debilidad: valoran al sacerdote de manera utilitarista, es decir, si funcionas, te apreciamos, pero si ya no eres útil, te desechamos. Ahora experimento en el trato de muchos la diferencia cuando estaba dentro del clero y cuando decidí renunciar a él. Muchos no querían y apreciaban a la persona, sino al sacerdote, siendo al final que es la misma persona con un estilo de vida diferente. Sigo siendo el mismo, pero no muchas personas siguen siendo las mismas en el trato…
¿Le duele a usted este trato?
Si, ¿sabe por qué? siempre he pensado que  lo opuesto al amor no es el  odio, lo opuesto al amor es la indiferencia o la frialdad, y ese es el trato que la Iglesia da a quienes dejamos el ministerio…
¿Si la iglesia aboliera el celibato regresaría usted al sacerdocio?
Sí, lo he pensado, creo que sí.-  Claro,  tendría que consensuarlo con mi esposa ja  ja  ja
¿Por qué no se pasó a la iglesia Anglicana donde podría ejercer y estar casado?
Es que amo a la iglesia Católica, le tengo inmensa gratitud y gran cariño, Jesús dijo: “dichosos los que crean sin haber visto”, pero yo parafraseo eso y digo:  “dichosos los que sigan creyendo a pesar de lo que han visto”.- Yo he visto muchas debilidades en la Iglesia Católica  y he visto también el trabajo que hace la Iglesia, la entrega de algunos sacerdotes, el buen testimonio de algunos Obispos,  yo realmente me siento tan unido a la Iglesia que aunque desearía  ejercer el ministerio y no puedo por la decisión que tomé y la actual normativa, ¡ no voy a renunciar a mi fe católica!  no estoy dispuesto…
Prefiere ser un laico más….
Eso se escuchó como despectivo, jajaja. Es mejor ser un buen laico que un sacerdote que no da el testimonio que se espera de él. Si, prefiero ser un laico,  no renunciar a mi fe y amor por la Iglesia Católica. Hay  una persona especial que ha influido mucho en mi amor por la iglesia  y es mi madre, es un amor que más que impuesto es contagiado. Tengo la certeza de que Jesús instituyó la Iglesia, tenemos una gran riqueza: la legitimidad de los sacramentos, su enseñanza bíblica y teológica, el testimonio de los santos a lo largo de la Historia de la Iglesia. Yo no puedo ahora decirles a los fieles que todo lo que profesé, viví, celebré y enseñé es mentira…
¿Por qué dejar algo que amaba tanto?
Hay varias cosas, no puedo negar que cada quien es responsable  de sus actos, pero uno se va desencantando…–Los fieles pueden olfatear quienes viven con entrega su vocación y quiénes hacen el esfuerzo de aparentarlo. Lo que sucede es que aunque al final del día, han criticado a algunos al menos una docena de veces, la mayoría de los fieles termina disculpando todas estas debilidades de algunos miembros del clero, pues, como lo dice la Palabra de Dios, “este tesoro se lleva en vasijas de barro…”
¿Qué origina el desencanto?
La forma en que la autoridad maneja unos temas y situaciones, por la incoherencia que a veces se da entre lo que se dice y lo que se hace: se habla de humildad, pero es lo más escaso; se habla de diálogo, pero hay temas intocables; se habla de tolerancia y las posturas son radicales; se habla de pobreza y, como dice un refrán en Nicaragua,  “el que tiene más galillo es el que traga más pinol”; se habla de justicia y a los empleados laicos se les paga poco; se habla de rectitud y la suciedad se esconde bajo la alfombra.-Aunque no lo digan o no lo reconozcan, en la vida de algunos sacerdotes puede haber un progresivo desencanto, aunque sigan ejerciendo el ministerio, no tienen la misma pasión y eso no se debe al cansancio físico, sino al existencial. Y cuando no hay apertura, no hay canales para manifestar esa desilusión o desencanto, y se buscan otros mecanismos de compensación: afectiva, económica, psicológica, egocéntrica, etc. Mientras nos preocupe más la buena imagen,  el control y la sanción, menos esfuerzo se destina a lo realmente importante: la evangelización…
Las intrigas son una tradición en la Iglesia Católica y  siempre se ha hablado del poder de las sotanas…
Más que una tradición, es la misma debilidad humana dentro de la Iglesia. En algunos hay cierta ambición: antes y después de la ordenación sacerdotal sueñan con la Mitra (con ser Obispos), el celo pastoral debería ser entrega por las almas pero a veces se vuelven celos humanos.- Puedo asegurarle que a pesar del discurso de que hay un presbiterio unido, eso no es del todo cierto. – Todos sabemos de sacerdotes con una gran entrega, que prácticamente  han sido desplazados y marginados y el resto solo contempla, calla y acepta esas injusticias; yo admiro a varios de ellos, entre los que se encuentra el padre Ovidio Rodríguez, una vocación  legítima a prueba de desilusiones, y podría nombrar a otros que pueden vivir situaciones  difíciles a causa de las mismas intrigas, pero que tienen muy arraigada su vocación…
¿Se sintió frustrado?
Si, definitivamente en algún momento,  hubo situaciones en que me sentí frustrado  de que se manejaran muchas cosas a manera de negociación, de conveniencia, no  buscando la verdad sino ahogándola.-  Fue frustrante saber que habían cosas, que a mi criterio,  se podían solucionar de manera distinta, sobre todo cuando estaba de por medio la persona a la que se valora solo en referencia a la Institución. Pero lo que motivó a tomar la decisión no es tanto una frustración, sino algo muy hermoso: la posibilidad de amar y ser amado, de tener una familia. Y mi corazón no se equivocó: soy muy feliz. No salí huyendo, sino que salí buscando…
Muchos sacerdotes sienten que no tienen no oportunidad de expresar sus inquietudes
La Jerarquía es alérgica a la crítica.-  El peso de la prédica  se orienta hacia la obediencia ciega e incuestionable a sus autoridades, desde la infalibilidad del Papa hasta la sumisión acrítica al resto de los Obispos. En este contexto, el que piensa y opina de manera diferente es un rebelde o apóstata,  candidato a la excomunión o al silencio obligado. La Iglesia jerárquica, que invita a la independencia de poderes en lo social y jurídico, es partidaria de que el Papa y los Obispos los concentren en su mano…
¿Descalifica eso a la iglesia Católica como líder moral de la sociedad?
Buena parte de su trabajo y enseñanza sigue humanizando e iluminando la historia y los procesos sociales. En muchas latitudes del mundo, la Iglesia se convierte, como lo dijo en Puebla, la “voz de los que no tienen voz…” Pero al mismo tiempo, la Iglesia no solo se encuentra debilitada por una insuficiente acción pastoral y una crisis de liderazgo, sino que  también su reputación se ha visto afectada por la cantidad de escándalos que en el pasado, de forma infructuosa, ha querido ocultar y que en los últimos años ha querido reducir a la supuesta mala voluntad que le tienen los medios de comunicación y otros sectores.- Sigue utilizando un discurso desgastado, opaco y simple, pues le hace falta escuchar lo que vive cotidianamente su gente, sus intereses y necesidades.- Todo intento de modernización o actualización queda sofocado por el reclamo de una obediencia y sumisión ciega, que presenta como tradición y “voluntad de Dios”, pero no es más que conservadurismo y defensa del estatus quo de los que gozan de algunos privilegios.
¿Cuál es el riesgo de esa conducta?
Que la iglesia puede permanecer o durar así en el tiempo, porque Jesucristo es fiel,  pero no va a crecer mucho ni en calidad ni en número: su  crecimiento es proporcional al crecimiento de la  población o índice de natalidad,  pero no es similar al que tienen otras iglesias y religiones.-  El CELAM  reconoció  a través de un estudio en el 2005 que la iglesia pierde 10 mil católicos por día,  casi 500 por hora. – Y no se trata de querer una Iglesia a nuestro antojo y semejanza, sino de reconocer que no estamos respondiendo ni a los desafíos ni a las necesidades de la población. Hace falta no solo oración, sino estrategia evangelizadora. Por eso Jesús decía: “los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz”. Un colega me decía un día: “si la vaca se va al barranco, no fue porque las patas la llevaron allí, sino porque no le funcionó bien la cabeza…” El clero no puede seguir aconsejando desde los libros, sino que tiene que interesarse por lo que la gente vive. Pero para los que viven en una campana de cristal, ésta será una misión imposible…
¿La mayoría de los sacerdotes vive en esas condiciones?
La mayoría vive  de una manera austera, hay otros que no.-  Con el paso del tiempo,  a veces uno ni siquiera se da cuenta cuando se va llenando de comodidades no solo materiales, sino también en su forma de ser y en sus ideas, va creciendo una especie de ambición y se tergiversa la intención  original de su vocación  y aunque se puede permanecer  en el clero, el exceso de equipaje puede hacer muy lenta a la persona.-  Pero le puedo asegurar que la mayoría del clero vive situaciones  heroicas, de entrega, el riesgo es que con el paso del tiempo uno va perdiendo la motivación inicial, como  dice el libro de Apocalipsis, en el capítulo 2: “Conozco tus trabajos y tu fatiga, se que has padecido mucho por mi causa, pero tengo en contra tuya que ya no tienes el mismo amor del principio…”
¿Esos privilegios de los que habla son buscados?
Siempre recuerdo un retiro espiritual en que nos predicó un buen amigo, el padre Tony Salinas  y dijo: “en el Seminario se pueden formar los más grandes santos y también los más grandes hipócritas…”
¿El Seminario Mayor  ha formado muchos grandes hipócritas?
Ja  ja   ja  Uno que otro.- Pero mejor respondo con una frase en latín, de un versículo de la carta a los Efesios: “Nec nominetur in vobis, sicut decet sanctos”…ni se mencione entre ustedes cosas que no son santas…
¿Qué le hace falta a la formación de los clérigos?
Creo que en la formación en los seminarios hace falta agarrar al toro por los cuernos, hablar claramente, explícitamente, se habla a veces de forma metafórica y etérea.- En la Iglesia hemos tenido un problema:  hablamos más a  la cabeza  que al corazón,  hacemos planteamientos  racionales pero el ser humano no solo es razón, es libertad, voluntad, deseo, es muchas cosas…- Deben  reconocer que los llamados a la vocación  sacerdotal  estamos formados de la misma pasta humana que el resto, con cualidades y defectos , virtudes y debilidades.- Creo que hay un aspecto humano al cual no se le está dando la importancia que debe tener: la madurez afectiva y el equilibrio emocional. Pero mientras se haga una separación ingenua entre “nosotros los buenos y ustedes los malos” no es posible el diálogo y la madurez. Nos hace falta vivir abiertos al aprendizaje, que no se reduce solo a lo académico, sino a lo vivencial. No hay peor hipocresía que la virtud fingida y no se puede engañar a todos y siempre…
Usted conoce al padre Alberto ¿Se sintió identificado con él?
La forma en que se dio fue una situación de escándalo público,  eso hace que la sensibilidad de muchos católicos se vio ofendida, alentada por las declaraciones de condena de su obispo y críticas mutuas. Pero así como lo que digo de la Iglesia no desmerita el inmenso océano de bien que ha hecho y sigue haciendo, lo mismo debemos decir con respecto al P. Alberto: es injusto no reconocer todo el bien que ha hecho y que quiere seguir haciendo – Me comuniqué con él en su momento y siempre mantenemos comunicación,  tenemos una gran amistad y estuve unos meses antes de que sucediera eso con él en Miami. Yo sabía que quería tomar la decisión de abandonar el ejercicio del ministerio en la Iglesia Católica.- Hablamos sobre eso, no entramos en detalles porque soy respetuoso pero  ya lo veía con la decisión tomada de manera irreversible…
 ¿Sabía que tenía alguien?
No lo decía pero entre líneas podía leerlo.- Lo que es importante es que él me dijo que amaba tanto el ministerio que decidía  seguir ejerciéndolo y lo más cercano al mismo era la iglesia Anglicana o Episcopal.- Él  afirma que es la misma, pero si bien hay elementos similares teológicos, doctrinales y litúrgicos, canónicamente no podemos afirmar que es la misma Iglesia Católica….
¿El grababa su programa aquí en el canal 48,  como reaccionó cuando lo cerraron?
Se sintió incomodo, molesto, incluso llego a decir, ¿y qué pasa con los otros escándalos?  Pero yo no comparto ese criterio de: ¿Por qué conmigo y no los demás? Pero también lamento que para la Autoridad Eclesiástica, cuando uno piensa distinto, fácilmente pasa de héroe a villano, te estigmatizan sin reconocer de ambas partes lo bueno y la relación que se puede rescatar. Si la enseñanza de sus programas es legítima, que le va a hacer bien a muchas personas, ¿por qué censurarlos, por qué no valorarlos en su justa medida?…
¿Cómo es su relación con el Cardenal Rodríguez?
Mi cariño al Cardenal  es incondicional, tengo mucho que agradecerle. Le toca un trabajo difícil en condiciones muy difíciles. Con frecuencia me decía medio en serio medio en broma: “hijo, nunca le pidas a Dios ser Obispo”. No se si lo decía por cansancio o porque temía que pudiera armar una revolución en el seno de la Iglesia, jajaja. Le aprecio mucho, mantengo comunicación esporádica con  él, cuando tome esta decisión  tenía cuatro  años viviendo en su casa y ciertamente fui conociendo más sus cualidades humanas, su caridad pastoral, trabaja incansablemente, es un hombre de oración y fue tan paterno y fraterno. Cuando lo he visitado posterior a mi salida me ha manifestado su especial aprecio. Luego le cuento, si lo mantiene después de esta entrevista…

NOTA: se publica este articulo en relación a la noticia que se ha dado a conocer por diversos medios de comunicación del país, sobre los desparpajos sexuales que se han llevado a cabo en "Villa Iris", residencia del funesto Cardenal Oscar Andres Rodriguez. 
Se ha sabido de fuentes fidedignas, y comparando la publicación que hizo el padre Alberto en su libro, DILEMA...que el Obispo Juan Jose Pineda, mantenía una relación homosexual en dicha residencia, con un hombre de nombre Erick, de nacionalidad mexicana, a vista y paciencia del Cardenal.


Ahora ya no se puede ocultar la veracidad de estos hechos, al haber sido hechos públicos develando gastos desproporcionados en vehículos de lujo, construcciones para alojar al amante de Obispo Pineda "Erick", y sus múltiples viajes a Roatan, México, y diversos lugares de ocio...


Hondureños informémonos mejor sobre quienes son verdaderamente nuestras autoridades eclesiásticas, ya desvaloradas y hasta el cuello de denuncias de proselitismo político y malversación de fondos de dádivas de incautos hondureños..