Tela,
Honduras
Los primeros hallazgos de los cuerpos enterrados en el cementerio clandestino en la montaña La Torre o Cabeza de Indios evidencian que la zona fue escenario de muertes crueles escudadas por la soledad y el silencio de la noche.
Esta inhóspita zona se convirtió en el testigo del dolor y la agonía de víctimas anónimas que estuvieron ocultas durante años.
En los primeros trabajos de excavación, las autoridades encontraron ayer una osamenta, dos cuerpos y dos osamentas incompletas de personas que, se presume, fueron descuartizadas.
En una hora, los equipos de excavadores que trabajaban en dos áreas dieron la alerta del hallazgo de la primera osamenta en el sitio que desde el pasado sábado fue identificado por las autoridades.
Eran las once de la mañana y, con las indicaciones de los forenses, los equipos comenzaron la búsqueda. Poco a poco fueron sacando de la profundidad de la tierra la osamenta de la primera víctima y encontraron parte de la vestimenta, una desteñida camisa que por el lodillo perdió su color.
En un punto marcado por las autoridades, el segundo grupo trabajaba en otra fosa. A las doce del mediodía se confirmó el hallazgo del cuerpo del primer hombre que aún conserva su fisonomía; los forenses calculan que tendría unos cuatro meses de haber sido enterrado.
A las dos de la tarde encontraron el cuerpo de otro hombre.
La jornada de búsqueda continuará hoy. El primer día de trabajo ha sido exitoso: el hallazgo de los primeros cadáveres en el cementerio en Tela es la evidencia de más de una docena de cuerpos que pandilleros enterraban en un área de cuarenta manzanas después de torturarlos y asesinarlos, informaron las autoridades.
La excavación
De los tres equipos que la coordinadora de Medicina Forense en San Pedro Sula, Celeste Rodríguez, anunció ayer que comenzarían a excavar, solo dos fueron conformados.
Bajo la supervisión del fiscal Carlos Ramos, los trabajos empezaron a las 10.30 de la mañana.
Varios internos del centro penitenciario en Tela colaboraron en las tareas de excavación y se dividieron el trabajo en dos zonas, de al menos cuatro identificadas en el perímetro señalizado por las autoridades.
Al finalizar la tarde, el fiscal Carlos Ramos confirmó una osamenta, dos cuerpos y dos osamentas incompletas -las encontradas ayer-. En la primera osamenta, por las características que presentaba preliminarmente, las autoridades establecen que puede tratarse de una mujer; las pruebas científicas determinarán el sexo.
El equipo de búsqueda número dos, que trabajaba a unos 500 metros del primer grupo, encontró los restos de dos hombres cuyas edades oscilarían entre 15 y 25 años.
“El trabajo ha sido intenso y ya se han desenterrado dos cuerpos que corresponden a hombres. Están completos y los forenses establecerán el tiempo que tienen de haber fallecido. En el área uno se encontró una osamenta que por sus características creemos que puede tratarse de una persona del sexo femenino. Los forenses determinarán el sexo, la edad y el tiempo de muerte”, informó Ramos.
“Mañana continúan los trabajos. Los agentes de investigación nos indican que al menos siete cadáveres se encuentran en la zona, pero se han señalizado otros puntos donde se presume que puede haber otras personas enterradas”.
Durante las excavaciones se encontraron indicios de cal en una de las zonas exploradas; según autoridades habría sido utilizada para cubrir los cuerpos de las personas y evitar que el olor alertara a pobladores de la existencia de los muertos enterrados en la montaña.
Los cuerpos encontrados ayer fueron trasladados a Medicina Forense en San Pedro Sula para hacerles la autopsia y el proceso de identificación.
TOMADO DE DIARIO LA PRENSA
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Honduras
Los primeros hallazgos de los cuerpos enterrados en el cementerio clandestino en la montaña La Torre o Cabeza de Indios evidencian que la zona fue escenario de muertes crueles escudadas por la soledad y el silencio de la noche.
Esta inhóspita zona se convirtió en el testigo del dolor y la agonía de víctimas anónimas que estuvieron ocultas durante años.
En los primeros trabajos de excavación, las autoridades encontraron ayer una osamenta, dos cuerpos y dos osamentas incompletas de personas que, se presume, fueron descuartizadas.
En una hora, los equipos de excavadores que trabajaban en dos áreas dieron la alerta del hallazgo de la primera osamenta en el sitio que desde el pasado sábado fue identificado por las autoridades.
Eran las once de la mañana y, con las indicaciones de los forenses, los equipos comenzaron la búsqueda. Poco a poco fueron sacando de la profundidad de la tierra la osamenta de la primera víctima y encontraron parte de la vestimenta, una desteñida camisa que por el lodillo perdió su color.
En un punto marcado por las autoridades, el segundo grupo trabajaba en otra fosa. A las doce del mediodía se confirmó el hallazgo del cuerpo del primer hombre que aún conserva su fisonomía; los forenses calculan que tendría unos cuatro meses de haber sido enterrado.
A las dos de la tarde encontraron el cuerpo de otro hombre.
La jornada de búsqueda continuará hoy. El primer día de trabajo ha sido exitoso: el hallazgo de los primeros cadáveres en el cementerio en Tela es la evidencia de más de una docena de cuerpos que pandilleros enterraban en un área de cuarenta manzanas después de torturarlos y asesinarlos, informaron las autoridades.
La excavación
De los tres equipos que la coordinadora de Medicina Forense en San Pedro Sula, Celeste Rodríguez, anunció ayer que comenzarían a excavar, solo dos fueron conformados.
Bajo la supervisión del fiscal Carlos Ramos, los trabajos empezaron a las 10.30 de la mañana.
Varios internos del centro penitenciario en Tela colaboraron en las tareas de excavación y se dividieron el trabajo en dos zonas, de al menos cuatro identificadas en el perímetro señalizado por las autoridades.
Al finalizar la tarde, el fiscal Carlos Ramos confirmó una osamenta, dos cuerpos y dos osamentas incompletas -las encontradas ayer-. En la primera osamenta, por las características que presentaba preliminarmente, las autoridades establecen que puede tratarse de una mujer; las pruebas científicas determinarán el sexo.
El equipo de búsqueda número dos, que trabajaba a unos 500 metros del primer grupo, encontró los restos de dos hombres cuyas edades oscilarían entre 15 y 25 años.
“El trabajo ha sido intenso y ya se han desenterrado dos cuerpos que corresponden a hombres. Están completos y los forenses establecerán el tiempo que tienen de haber fallecido. En el área uno se encontró una osamenta que por sus características creemos que puede tratarse de una persona del sexo femenino. Los forenses determinarán el sexo, la edad y el tiempo de muerte”, informó Ramos.
“Mañana continúan los trabajos. Los agentes de investigación nos indican que al menos siete cadáveres se encuentran en la zona, pero se han señalizado otros puntos donde se presume que puede haber otras personas enterradas”.
Durante las excavaciones se encontraron indicios de cal en una de las zonas exploradas; según autoridades habría sido utilizada para cubrir los cuerpos de las personas y evitar que el olor alertara a pobladores de la existencia de los muertos enterrados en la montaña.
Los cuerpos encontrados ayer fueron trasladados a Medicina Forense en San Pedro Sula para hacerles la autopsia y el proceso de identificación.
TOMADO DE DIARIO LA PRENSA