Nuestra palabra : Radio Progreso
No cabe ninguna duda que los asesinatos, tanto del presidente de Movimiento Auténtico Campesino (MARCA) como del vicepresidente del Movimiento Unificado Campesino (MUCA), hacen que el problema de la tierra en el Bajo Aguan sea noticia nuevamente. Noticia que es reforzada con una campaña agresiva del empresariado hacia el director del INA, César Ham, y Felícito Ávila. Y sin ningún tapujo afirman que “con la destitución de César Ham volvería la tranquilidad al agro”. Es más, hacen una propuesta como la única solución al “problema agrario”, al del “empleo temporal” y al del “salario mínimo”.
¿Cuáles son las razones para pedir la destitución del director del INA César Ham?. En primer lugar, le achacan la falta de una “política agraria definida”, la cual es la causa del empobrecimiento en el campo, el alejamiento de la inversión, de los conflictos, enfrentamientos, muertes y un caos generalizado. En segundo lugar, sus posiciones “político-ideológicas” promueven la intranquilidad en el agro; por eso los productores de palma africana, de cítricos, camaroneros, azucareros, bananeros(…) disminuyen la producción. En tercer lugar, se le acusa de que incitar y promover las invasiones de tierras.
Pero, tal vez, la razón de fondo y de mayor peso tenga que ver con el decreto 18-2008 aprobado por Mel Zelaya y que permitía la expropiación de tierras. La lucha de los empresarios y agro-industriales ha sido para que dicha ley, quedara sin valor y efecto, fuera publicada por la Gaceta Oficial y, de esa manera, terminar con la expropiación forzosa de tierras. Y que se extendiera a un corredor que va por Cofradía, Villanueva, La Lima, Comayagua, Copán, Yoro, el sur del país, el valle de Sula y a la zona de producción de azúcar.
Queda claro que la realidad agraria del Bajo Aguan es compleja y puede apreciarse que, de una manera u otra, se trata del enfrentamiento entre los “agro-exportadores” y las organizaciones campesinas. Ciertamente en la década de los setenta y ochenta el sujeto social portador del cambio en el campo era el movimiento campesino. Con el triunfo del neoliberalismo, y a partir de los noventa, el sujeto del cambio social son los agro-exportadores. Y lo que se vive actualmente es una lucha por tratar de revertir esa correlación de fuerzas.
Como hasta el momento han triunfado los primeros se explica la arrogancia y el tratar por todos los medios de imponer su visión de la realidad a toda la sociedad. El problema agrario es estructural y no se arregla eliminando a quiénes no se identifican con la visión de los inversionistas. Tanto César Ham como Felícito Ávila aportarían una visión, no desde los que cuentan con todos los medios y tienen todo a su favor, sino desde aquellos que piden inclusión y equidad en lo social y agrario. Y para ello es necesario ver más allá del mundo de los agros exportadores y de sus intereses.
Ver completo...
No cabe ninguna duda que los asesinatos, tanto del presidente de Movimiento Auténtico Campesino (MARCA) como del vicepresidente del Movimiento Unificado Campesino (MUCA), hacen que el problema de la tierra en el Bajo Aguan sea noticia nuevamente. Noticia que es reforzada con una campaña agresiva del empresariado hacia el director del INA, César Ham, y Felícito Ávila. Y sin ningún tapujo afirman que “con la destitución de César Ham volvería la tranquilidad al agro”. Es más, hacen una propuesta como la única solución al “problema agrario”, al del “empleo temporal” y al del “salario mínimo”.
¿Cuáles son las razones para pedir la destitución del director del INA César Ham?. En primer lugar, le achacan la falta de una “política agraria definida”, la cual es la causa del empobrecimiento en el campo, el alejamiento de la inversión, de los conflictos, enfrentamientos, muertes y un caos generalizado. En segundo lugar, sus posiciones “político-ideológicas” promueven la intranquilidad en el agro; por eso los productores de palma africana, de cítricos, camaroneros, azucareros, bananeros(…) disminuyen la producción. En tercer lugar, se le acusa de que incitar y promover las invasiones de tierras.
Pero, tal vez, la razón de fondo y de mayor peso tenga que ver con el decreto 18-2008 aprobado por Mel Zelaya y que permitía la expropiación de tierras. La lucha de los empresarios y agro-industriales ha sido para que dicha ley, quedara sin valor y efecto, fuera publicada por la Gaceta Oficial y, de esa manera, terminar con la expropiación forzosa de tierras. Y que se extendiera a un corredor que va por Cofradía, Villanueva, La Lima, Comayagua, Copán, Yoro, el sur del país, el valle de Sula y a la zona de producción de azúcar.
Queda claro que la realidad agraria del Bajo Aguan es compleja y puede apreciarse que, de una manera u otra, se trata del enfrentamiento entre los “agro-exportadores” y las organizaciones campesinas. Ciertamente en la década de los setenta y ochenta el sujeto social portador del cambio en el campo era el movimiento campesino. Con el triunfo del neoliberalismo, y a partir de los noventa, el sujeto del cambio social son los agro-exportadores. Y lo que se vive actualmente es una lucha por tratar de revertir esa correlación de fuerzas.
Como hasta el momento han triunfado los primeros se explica la arrogancia y el tratar por todos los medios de imponer su visión de la realidad a toda la sociedad. El problema agrario es estructural y no se arregla eliminando a quiénes no se identifican con la visión de los inversionistas. Tanto César Ham como Felícito Ávila aportarían una visión, no desde los que cuentan con todos los medios y tienen todo a su favor, sino desde aquellos que piden inclusión y equidad en lo social y agrario. Y para ello es necesario ver más allá del mundo de los agros exportadores y de sus intereses.