San Juan ,Tela. 22 de febrero
Cerca de 1500 representantes de los pueblos indígenas y negros de Honduras (Pech, Lenca, Chorti, Tolupan, Tawaka, Garífuna, Misquito y negros de habla inglesa) se auto convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, en San Juan Durugübuti, Tela, con la finalidad de consensuar propuestas concretas para la refundación de Honduras.
Rostros negros, mulatos, cobrizos y blancos, unidos por una misma historia de exclusión y de dominación, se reúnen, por vez primera, en mucho tiempo, para compartir sus historias inéditas y soñar juntos y juntas otra Honduras posible.
El festivo pueblo garífuna de San Juan, Tela, recibió y acoge con algarabía a sus hermanas/os venidos de las montañas y playas hondureñas como si siempre los hubieran conocido. Aunque históricamente el colonialismo interno del Estado separó a los pueblos indígenas y negros, condenándolos a vivir como grandes desconocidos entre sí en su propia tierra.
Este encuentro de los pueblos en Asamblea Constituyente Originaria y Refundacional comenzó con una experiencia espiritual intercultural. Garífunas y lencas encabezaron un ritual policromático pidiendo permiso a la Madre Tierra y al Mar para dar inicio a este histórico encuentro sin precedentes en el país.
Bajo un sol radiante, y al compás del chasquido de las olas marinas, las y los excluidos/as por el sistema estatal e imperial, se impregnaron de la presencia fecunda de las divinidades y del espíritu de las y los ancestros. Así, una energía inédita de empatía y hermandad entrelazó a las y los presentes de colores diversos.
Diferentes idiomas desconocidos se pronunciaron en la palestra del evento al momento del esperado saludo y presentación oficial de los pueblos presentes. Evidenciando, de esta manera, la esquizofrenia cultural del Estado Hondureño, que jamás tuvo el valor de reconocer su realidad multicultural y plurilingüe. Este encuentro nacional exterioriza la insubordinación de los pueblos por más de cinco siglos en resistencia, y muestra el fracaso del fallido proyecto monocultural del Estado Nación mestizo.
Todas las demandas de las delegaciones presente coincidieron en la unísona demanda mayor de la refundación de Honduras, con la participación activa de todas y todos, mediante un proceso constituyente originario. Éste es el actual objetivo trascendental que mueve a estos pueblos empobrecidos de tanta exclusión y dominación. Con este mandato salieron de sus lugares de origen, superando todas las dificultades del largo viaje. Y no están dispuestos a volver a sus lugares de origen sin propuestas concretas consensuadas para los contenidos de la nueva Constitución Política del Estado. Por eso, desde San Juan, Tela, los pueblos indígenas y negros le gritan al país y al mundo: ¡Honduras, nunca más sin los pueblos indígenas y negros!
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Cerca de 1500 representantes de los pueblos indígenas y negros de Honduras (Pech, Lenca, Chorti, Tolupan, Tawaka, Garífuna, Misquito y negros de habla inglesa) se auto convocaron a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, en San Juan Durugübuti, Tela, con la finalidad de consensuar propuestas concretas para la refundación de Honduras.
Rostros negros, mulatos, cobrizos y blancos, unidos por una misma historia de exclusión y de dominación, se reúnen, por vez primera, en mucho tiempo, para compartir sus historias inéditas y soñar juntos y juntas otra Honduras posible.
El festivo pueblo garífuna de San Juan, Tela, recibió y acoge con algarabía a sus hermanas/os venidos de las montañas y playas hondureñas como si siempre los hubieran conocido. Aunque históricamente el colonialismo interno del Estado separó a los pueblos indígenas y negros, condenándolos a vivir como grandes desconocidos entre sí en su propia tierra.
Este encuentro de los pueblos en Asamblea Constituyente Originaria y Refundacional comenzó con una experiencia espiritual intercultural. Garífunas y lencas encabezaron un ritual policromático pidiendo permiso a la Madre Tierra y al Mar para dar inicio a este histórico encuentro sin precedentes en el país.
Bajo un sol radiante, y al compás del chasquido de las olas marinas, las y los excluidos/as por el sistema estatal e imperial, se impregnaron de la presencia fecunda de las divinidades y del espíritu de las y los ancestros. Así, una energía inédita de empatía y hermandad entrelazó a las y los presentes de colores diversos.
Diferentes idiomas desconocidos se pronunciaron en la palestra del evento al momento del esperado saludo y presentación oficial de los pueblos presentes. Evidenciando, de esta manera, la esquizofrenia cultural del Estado Hondureño, que jamás tuvo el valor de reconocer su realidad multicultural y plurilingüe. Este encuentro nacional exterioriza la insubordinación de los pueblos por más de cinco siglos en resistencia, y muestra el fracaso del fallido proyecto monocultural del Estado Nación mestizo.
Todas las demandas de las delegaciones presente coincidieron en la unísona demanda mayor de la refundación de Honduras, con la participación activa de todas y todos, mediante un proceso constituyente originario. Éste es el actual objetivo trascendental que mueve a estos pueblos empobrecidos de tanta exclusión y dominación. Con este mandato salieron de sus lugares de origen, superando todas las dificultades del largo viaje. Y no están dispuestos a volver a sus lugares de origen sin propuestas concretas consensuadas para los contenidos de la nueva Constitución Política del Estado. Por eso, desde San Juan, Tela, los pueblos indígenas y negros le gritan al país y al mundo: ¡Honduras, nunca más sin los pueblos indígenas y negros!