Redacción Central / EL LIBERTADORTegucigalpa.El periodista Nery Jeremías Orellana, director de la emisora Joconguera, situada en Candelaria, Lempira, en el occidente de Honduras, fue ejecutado ayer en horas de la mañana por desconocidos, sin que hasta el momento se conozcan las causas del crimen.
Orellana, al momento de su muerte contaba con 26 años de edad, fue encontrado en estado agonizante en un punto de la carretera que comunica la cabecera municipal con la aldea San Lorenzo, por lo que fue trasladado al hospital de Sensuntepeque, El Salvador, donde falleció.
De acuerdo al informe médico de la unidad asistencial salvadoreña, Orellana perdió la vida producto de una bala que se alojó en su cabeza.
El ahora occiso, era corresponsal de Radio Progreso y minutos antes de ser liquidado, había hecho un reporte para esa emisora sobre una reunión de radios comunitarias que se llevaría a cabo este día en La Esperanza (occidente), donde él participaría.
De su parte, el sacerdote José Amílcar Lara, párroco de Candelaria Lempira, informó a la organización defensora de la libertad de expresión (C-Libre) que “el comunicador, como director y administrador de la radio, le había abierto los espacios comunicativos a la iglesia católica para que trasmitiera sus misas, lo mismo habría hecho con el Frente Amplio de Resistencia Popular (FARP), al darle la oportunidad de divulgar su programa”.
Nery Orellana activaba en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
El sacerdote dijo que ante las amenazas de muerte recibidas a su persona y contra el periodista Hernán Castro y el alcalde de Candelaria, Manuel Bonilla, la emisora que dirigía Orellana, había hecho públicas la denuncia.
Lara y Bonilla han sido víctimas de persecución y amenazas por grupos de choque de extrema derecha pertenecientes al Partido Nacional.
Con la muerte del director de la radio Joconguera, son 14 los periodistas han sido asesinados desde inicios de 2010, sin que hasta la fecha operadores de justicia hayan dado con el paradero de los asesinos.
Por ese escenario, Honduras encabeza la lista de naciones donde ejercer la libertad de expresión es peligroso y ha superado a México, Paquistán y Afganistán en crímenes contra periodistas.
