A muchos nos ha sorprendido la actitud de los medios de comunicación de masas capitalistas, ante las recientes revueltas en Túnez y en Egipto. Habitualmente la misión de aquéllos consiste en criminalizar los movimientos populares, acusando de vándalos y alborotadores a todos los que participan en los mismos; todo lo contrario a lo sucedido en esta ocasión, en la que los medios occidentales están jugando un papel fundamental en la mitificación de estas revueltas. Un comportamiento que tiene una sencilla explicación.
En primer lugar conviene aclarar que una revolución es un cambio o una transformación radical y profunda en las estructuras de un sistema político o económico, no un simple cambio de gobierno como lo que está sucediendo en Túnez o Egipto, a lo que los medios, en un intencionado error conceptual, están calificando de revoluciones.
Los medios de comunicación occidentales, incluyendo los más ultraderechistas, han mostrado, desde el principio de las revueltas en Túnez y Egipto, una actitud claramente favorable a las mismas. Estos medios no han dudado por un momento en tachar de dictadores a los que durante mucho tiempo fueron aliados de occidente, y en denunciar las políticas antipopulares de éstos, reproduciendo casi al pie de la letra todas las denuncias que, desde hace tiempo, venían realizando los medios de comunicación antiimperialistas contra estos dos aliados de occidente.
¿Por qué estos medios, controlados por los grandes grupos financieros occidentales, se han posicionado a favor de unas revueltas que tienen por objeto desinstalar del poder a unas marionetas al servicio de dichos grupos financieros? ¿No es esto como tirar piedras contra su propia casa?
El apoyo de las grandes corporaciones mediáticas occidentales a las revueltas de Túnez, Egipto y otros países del norte de África y Oriente Próximo es debido sencillamente a que tales revueltas no tocan ni de lejos los intereses imperialistas de occidente en la zona, al contrario, estas revueltas únicamente tienen por objetivo instalar en el poder nuevos títeres que calmen temporalmente la rabia de la hambreada población de estos países, y dar un lavado de imagen a unos sistemas políticos totalmente al servicio del Imperio, es decir, cambiar algunas cosas para que todo siga igual. Además, este cambio permite colocar en el poder a nuevos gobernantes, con nuevas consignas para la actual coyuntura política, en este caso, el objetivo es una actitud más sumisa hacia la OTAN, el FMI y el BM (pues la de los anteriores gobiernos no era lo suficientemente sumisa para sus intereses), y más agresiva frente a Rusia, China e Irán, países a los que los anteriores gobernantes se habían acercado “peligrosamente”.
Al no denunciar la injerencia imperialista en las revueltas (muchos de los grupos que las lideran han sido apoyados por organizaciones vinculadas a la CIA como la Freedom House), los movimientos antiimperialistas están perdiendo una gran oportunidad para cambiar el curso de los acontecimientos hacia una dirección verdaderamente revolucionaria.
En el siguiente vídeo, Webster Tarpley analiza, en Rusia Today, cómo los medios occidentales están manipulando descaradamente las revueltas de Túnez y Egipto (el vídeo está en inglés).
VIDEO
¿Por qué los medios de comunicación capitalistas se muestran tan favorables a las revueltas de Túnez y Egipto?
lunes, 31 de enero de 2011
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